La transformación de un vehículo a gas para que funcione simultáneamente con el combustible suyo actual consiste en adaptar su vehículo a Gas Natural o GLP, obteniendo una ventaja económica, un amigable trato medioambiental además de la flexibilidad de repostar diésel si la situación lo requiere.

Existen dos tipos de transformaciones en Gas Natural:

El hecho de transformar el vehículo puede aportarnos una serie de ventajas como son la disminución de la contaminación; el etiquetado ECO de la DGT, con la posibilidad de dejar de sufrir restricciones en ciudades como Madrid o Barcelona o circular por los carriles Bus-VAO (Vehículos de Alta Ocupación); y el ahorro en combustible, ya que, «un vehículo con GNC y Gasolina puede realizar 600 km con 20 euros de combustible y alcanzar autonomías extendidas de Gas-Gasolina de hasta 1300 km, y uno de GLP, usando solo gas, unos 550 km, aunque depende del depósito».

No todos los motores se pueden transformar ni todos los coches que se transformen llevarán la etiqueta ECO. Para poder convertir un coche a gas tiene que tener un motor de gasolina que cumpla la normativa EURO 3 (puesta en marcha en el año 2000) o las superiores. Y para conseguir el etiquetado ecológico tiene que cumplir la normativa EURO 4 (con entrada en vigor en el año 2005) o las que vienen después.

Por ello, Nebrisol Energía delegado de Ferrosite en Andalucía trabaja con particulares y profesionales de todo tipo para garantizarles una instalación, segura y de calidad.